Estás fuera, lejos de casa, desesperado porque la batería de tu teléfono móvil está vacía y tienes varias llamadas pendientes. Los ciudadanos de Belgrado ya no tienen por qué preocuparse: pueden cargarla gratis en la calle con un dispositivo que funciona con energía solar.
El invento fue premiado el año pasado en Bruselas en la competición 'EU Sustainable Energy Europe' sobre la reducción del consumo público de energía, y ha logrado una serie de reconocimientos nacionales.
"Nuestro objetivo fue traer energía renovable a todas las personas, acercarla a todos", declaró Milos Milisavljevic, el principal inventor del 'Strawberry tree', un enérgico y ambicioso estudiante de electrotécnica de 22 años.
El funcionamiento del sistema suena sencillo. "El sol que nos llega se convierte en los paneles solares en energía eléctrica, que pasa por el 'árbol de las fresas' y entra en los teléfonos", explica.
"La energía que durante el día se genera y no se consume, se guarda en la batería de acumulación de modo que el sistema puede trabajar también de noche, cuando está nublado, cuando nieva", dice.
El cargador, inspirado en el árbol como importante elemento ecológico y con un diseño de discreta elegancia, consiste de un tronco de metal, bancos de madera que lo rodean, cables para diferentes tipos de aparatos portátiles, y un techo metálico sobre el que están colocados los paneles solares. "La idea básica para su forma derivó del árbol, y de ahí su nombre. El árbol usa la luz del sol para producir oxígeno, y nuestro árbol la usa para generar energía", declaró.
El teléfono móvil fue la clave, porque "lo tiene todo el mundo", y solo en Serbia, un país de unos 7,5 millones de habitantes, hay 10 millones.
Son pequeños consumos, pero si se suma la energía de 5.000 millones de móviles, que se estima hay en el mundo, ya no es poco, asegura.
El 'Arbol de las fresas' alcanza una eficacia energética del 80%, y los cargadores ordinarios sólo de un 20%.
También tiene un aspecto educativo porque acerca a los usuarios el concepto de energía sostenible y otro social, porque los tres existentes en el país se han instalado en calles o plazas frecuentadas y en sus bancos la gente se reúne, charla e intercambia opiniones mientras se espera a que las baterías se carguen.
En Serbia, el cargador ha sido instalado también en la norteña ciudad de Novi Sad, y en Obrenovac, a 35 kilómetros al este de Belgrado donde se encuentra la mayor central termoeléctrica de los Balcanes.
"Para 2012, nos hemos propuesto exportar cargadores, instalar al menos uno, modestamente, para empezar, fuera de nuestro país, y confiamos en que se haga realidad", anunció Milisavljevic.
El equipo de ocho estudiantes de electrotécnica, mecánica, arquitectura y sus colaboradores dicen que quieren hacer del mundo un lugar mejor contribuyendo con lo que pueden, y piden a cada uno que dé su pequeña contribución porque así "podrá ocurrir algo grande". "Lo que importa es que la gente lo entienda, porque uno piensa que solo no puede hacer nada y por eso no tiene la motivación suficiente", explica.
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