El auge de los teléfonos móviles táctiles discriminaba a un sector de la sociedad: los invidentes. Su acceso a la telefonía móvil estaba limitada a las aplicaciones programadas para el uso de la voz o las que identificaban, de forma lenta, los caracteres y lo nombraban por su altavoz.
Sin embargo, dos jóvenes de la Universidad Pontificia, Roberto Vega y Abel Prieto, han ideado una aplicación que incorpora el teclado braille al teléfono móvil, permitiendo a los invidentes ampliar un uso hasta ahora muy limitado. 'Eyes Touch' es el primer paso de un proyecto más ambicioso que acaba de entrar en la segunda fase, disponible para Windows Phone pero que se adaptará en breve a Android y Apple.
En realidad, el proyecto consta de dos componentes y se ha desarrollado sobre la plataforma tecnológica de Windows Phone 7. La aplicación creada por estos dos jóvenes, bajo la supervisión de Javier Bajo, convierte la pantalla del teléfono móvil en un teclado de braille.
"Dividimos los laterales de la pantalla en cuadrados, porque el braille se escribe combinando dos columnas de tres puntos. El centro es para el 'intro', pero también hay las opciones de borrar o que el teléfono pronuncie lo escrito para confirmar que es correcto", explica Prieto.
"Con un teclado consigues todo. La persona invidente ya puede agregar contactos o escribir mensajes de texto. Hasta ahora era casi imposible que pudieran hacerlo con un teléfono táctil", indica.
En ese sentido, recuerda que existen en el mercado aplicaciones que van diciendo al usuario el lugar exacto sobre el que tiene su dedo. Es decir, que puede pronunciar la letra exacta sobre la que tiene el dedo pero no identifica de ninguna forma física su ubicación en la pantalla, lo que alarga el tiempo de escribir de forma innecesaria.
Una lámina de plástico
"Al final apostamos por una empresa que hace plantillas de plástico, para que nos haga una adhesiva con el relieve suficiente para poder escribir en braille. De esa forma solventamos el problema", comenta Abel Prieto.
Esa propuesta solventa el problema de forma circunstancial, porque la aplicación puede subirse al marketplace de Windows y descargarse en cualquier teléfono, pero la plantilla con el alfabeto braille para incorporar a la pantalla, no. "Ese es otro problema, el de la comercialización. Para eso necesitamos que alguna empresa se interese por distribuir este proyecto o por hacer y vender las plantillas", expresa Javier Bajo.
Una fuente de aplicaciones
Los jóvenes reconocen que ahora mismo la aplicación es sencilla, pero ya tienen pensados los siguientes pasos. "Ahora ya se pueden hacer llamadas y escribir mensajes, pero con este tipo de teclado se puede desarrollar lo que nos de la gana. Desde pedir que busque una canción en el teléfono móvil o que navegue en internet, que deje comentarios en Facebook... las opciones son enormes", asegura Prieto.
La introducción de órdenes auditivas al programa, basadas en el reconocimiento de voz, es un área que no es desconocido para estos informáticos, puesto que para lanzar la aplicación, la fórmula elegida es la voz. Por otra parte, la idea es ampliar la capacidad de interacción del teclado y que pueda llevar a cabo más acciones.
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