La situación económica de España y la supresión del Ministerio de Ciencia e Innovación por parte del Gobierno de Mariano Rajoy han puesto en vilo a la comunidad científica, pero los expertos españoles destacan a nivel internacional y en 2011 se igualaron a sus homólogos europeos en materia de investigaciones y descubrimientos.
Entre los proyectos realizados en 2011 por científicos españoles destaca la Expedición de Circunnavegación Malaspina, un proyecto interdisciplinar del Ministerio de Ciencia e Innovación que comenzó el 15 de diciembre de 2010. Durante nueve meses, cuatro expertos han vivido en el Buque Oceanográfico Hespérides para elaborar un registro de las repercusiones del cambio global en el ecosistema marino, del que también se ha investigado exhaustivamente su biodiversidad. La embarcación volvió en julio de 2011 con 120.000 especies biológicas provenientes de los océanos Índico, Atlántico y Pacífico.
En mayo de 2011, el transbordador espacial Endeavour partió desde la base estadounidense de Cabo Cañaveral con destino a la Estación Espacial Internacional. El proyecto, que tenía como objetivo desvelar la existencia de antimateria presente en el Universo primitivo, contó para su desarrollo con el español Espectrómetro Magnético Alpha (AMS-02) y con las colaboraciones del Instituto de Astrofísica de Canarias y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas.
En el campo de la genética y su relación con la leucemia, uno de los descubrimientos más importantes tuvo entre sus miembros a científicos españoles. El estudio, desarrollado por el Consorcio Internacional del Genoma del Cáncer (ICGC), reveló la existencia de genes “recurrentemente mutados” en diferentes enfermos de leucemia, una enfermedad de las más frecuentes en las sociedades occidentales.
Pero sin duda, el avance de mayor relevancia en la ciencia y la medicina tuvo lugar en octubre de 2011, cuando se publicaron esperanzadores resultados en el primer ensayo de la vacuna contra el SIDA, consiguiendo una respuesta inmunológica en nueve de cada diez voluntarios. La protección, de carácter preventivo, se mantuvo durante un año en el 85 por ciento de los casos. Aunque todavía no existe una solución definitiva y duradera, esta terrible enfermedad podría tener sus días contados.
Con respecto a la malaria, otra de las enfermedades más devastadoras del planeta, el Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB) desarrolló la vacuna RTS,S/AS01, con la que se protegió a la mitad de los niños africanos expuestos a morir por esta enfermedad. Además, el estudio demostró que tres dosis de la vacuna tienen una efectividad del 56 por ciento contra la malaria clínica, así como un 47 por ciento frente a la malaria severa.
Los científicos españoles no sólo operan en nuestro país, sino que también actúan en misiones internacionales de gran envergadura. Buen ejemplo es el de la Mars Science Laboratory (MSL), impulsada por la NASA, que lanzó a Marte un artefacto -el roverCuriosity- para recabar datos del planeta rojo. El objetivo radica en estudiar los procesos planetarios que se dan en la superficie marciana y determinar la posible existencia de vida.
En definitiva, han sido muchas las aportaciones científicas españolas a lo largo de 2011, unos logros que sitúan a España como referente por sus avances en materias tan complejas como desconocidas. Aun así, la inversión española se encuentra a la cola de los grandes países europeos, situación que muy probablemente se vea agravada con la supresión del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Ante esta nueva realidad, muchos opinan que la incorporación de Ciencia e Innovación al Ministerio de Economía puede ser una medida positiva, ya que estas ramas del saber pasarían a formar parte de la financiación del Estado. No obstante, las dudas se extienden con rapidez en los ámbitos académico y de investigación.
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