La exposición controlada al sol durante el verano puede contribuir a mejorar la salud cardiovascular de las personas, a aumentar las defensas del sistema inmunológico, así como a beneficiar el descanso, incrementar la vida sexual y a disponer de una mejor protección contra la depresión, tal y como ha explicado el especialista del servicio de Cardiología del Hospital USP San Jaime de Torrevieja (Alicante), el doctor Juan Luján.
A través de un comunicado del centro hospitalario, Luján ha señalado que en época estival, "el organismo se beneficia notablemente de la acción solar, lo que conlleva una serie de importantes beneficios terapéuticos para la salud" del ser humano.
Entre estas ventajas, el doctor ha resaltado que la exposición solar con precaución puede favorecer al descanso, a mejorar la vida sexual e incluso a "ahuyentar la depresión".
"Los rayos ultravioleta aumentan la producción de un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar, la serotonina, que también interviene en la regulación del sueño, la temperatura del cuerpo y la conducta sexual. Dependiendo de la época del año, nuestro estado de ánimo y nuestra actitud varían, por lo que la influencia que la exposición solar tiene
sobre las hormonas nos hace encontrarnos mucho mejor durante el verano", ha apuntado.
En su opinión, la vitamina D podría favorecer un mejor perfil del colesterol en sangre, "como respaldan estudios preliminares", ha agregado, lo que, según ha continuado, provoca una mayor proporción del llamado colesterol "bueno" frente al "nocivo" para la salud. "Esto, unido al hecho de que en verano realicemos más actividades físicas y comamos más fruta, hace que las enfermedades cardiovasculares sufran una disminución en esta época del año", ha añadido al respecto.
En este sentido, el doctor Luján ha expuesto cómo la formación de vitamina D es uno de los principales beneficios de la exposición solar. Así, ha concretado que durante el verano, a través del aprovechamiento del sol, se consigue el aprovisionamiento de la citada vitamina, que fortalece los huesos y sirve de reserva en los meses de menor radiación solar.
"La vitamina D cumple una función importante en la absorción intestinal del calcio y en la mineralización de los huesos. En el hombre se forma en la piel, gracias a los rayos ultravioletas de la luz solar, por lo que es importante mantener una exposición diaria tomando las debidas precauciones", ha recalcado.
"En nuestra área geográfica --Levante-- es muy fácil conseguirlo, pues contamos con sol todo el año, pero en los países con menos horas de sol, o para las personas mayores con movilidad reducida puede ser un factor a tener en cuenta", ha puntualizado en la misma línea.
En cuanto a la disminución de la presión sanguínea por efecto del sol, ha expuesto que la toma controlada provoca una vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales y aumenta la circulación de la sangre en la piel, disminuyendo los valores de presión arterial.
"CONVIENE ESTAR MUY ALERTA"
No obstante, ha advertido que conviene "estar muy alerta" porque lo que es beneficioso para una persona con problemas de hipertensión, en alguien con niveles normales de tensión arterial una exposición prolongada al sol puede provocarle una bajada brusca de la misma, "llegando a sufrir una lipotimia", ha agregado.
Tal y como ha subrayado Luján, los beneficios terapéuticos de la exposición al sol ya se conocían desde el siglo XIX cuando, según ha indicado, se exponía a los pacientes con tuberculosis y raquitismo a la luz solar.
"Existen enfermedades autoinmunes como la psoriasis, que sufren importantes mejorías con la exposición al sol, tanto que se utilizan lámparas de radiación ultravioleta, presente en los rayos solares, para su tratamiento. Junto a esta acción local inmunosupresora, está el papel de regulación de nuestro sistema inmune por la vitamina D, cuya síntesis es dependiente de la exposición a la luz solar", ha dicho el doctor.
CONSEJOS
Por último, el especialista ha recordado que la exposición solar siempre tiene que ser adecuada a cada tipo de piel, por lo que ha recomendado usar protector solar, evitar las horas centrales del día, hacerlo de forma progresiva, proteger la cabeza, y no "necesariamente" tener la obligación de "estar bronceados todos los días del año".
"La exposición a la luz solar debe englobarse dentro de un modo de vida sano, como la alimentación natural o el ejercicio físico, y esto es especialmente importante para aquellas personas en las que pueda estar disminuida, como los más mayores con problemas de movilidad o los que viven en climas con menos horas de luz", ha sentenciado.
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