Hasta ahora se creía que las únicas moléculas capaces de contener y transferir información biológica eran el ADN y el ARN. Un equipo de científicos ha sintetizado en el laboratorio seis polímeros que también cumplen con las leyes de la herencia y, uno de ellos, con la evolución darwiniana. Este descubrimiento puede tener enormes implicaciones para la biotecnología y la medicina, según sus autores.
“Hemos creado polímeros sintéticos diferentes al ADN y al ARN, que
pueden almacenar y propagar información, dos de las señas de identidad
de la herencia y de la vida”, explica a SINC Phil Holliger, coordinador
de un estudio publicado en la revista Science. En esta
investigación, llevada a cabo en Universidad British Columbia de Canadá,
los científicos han sintetizado seis moléculas de lo que han llamado
‘AXN’ y una de ellas es capaz de adaptarse a condiciones cambiantes en
el laboratorio de manera análoga a como funciona la evolución.
“Nuestro
descubrimiento implica que no existe ningún imperativo por el que la
vida se tenga que basar en el ADN y el ARN –explica el científico–. Lo
más probable es que su presencia no sea más que el reflejo congelado de
un ‘accidente’ que se produjo en el origen de la vida”.
El ADN
consiste en una serie de nucleótidos conectados entre sí. Cada uno de
ellos está formado por un azúcar (la desoxirribosa), una base
nitrogenada (adenina, guanina, citosina o timina) y un grupo fosfato.
Estas cuatro bases se ordenan en forma de cadena y codifican la
información genética de todos los seres vivos conocidos de la historia
del planeta. La alternativa creada por el investigador Vitor Pinheiro y
sus colegas está compuesta por nucleótidos en los que el azúcar
desoxirribosa ha sido reemplazado por seis tipos de azúcares distintos,
dando lugar a seis moléculas de AXN distintas.
El AXN es capaz de
replicar la información que contiene, ya que puede unirse de manera
complementaria al ADN y al ARN y también puede sintetizarse a partir de
estas cadenas. Además, una de las nuevas moléculas de AXN, llamada AHN,
se comporta como el ADN cuando se encuentra en condiciones cambiantes y
puede evolucionar hacia otras formas que se enlazan más específicamente
con un objetivo en particular.
“Los resultados implican que puede
haber otras maneras de almacenar la información genética distintas a las
que conocemos, tanto en nuestro planeta como en el universo”, afirma
Holliger.
“Esto abre las puertas a la era de la genética sintética
y tiene implicaciones para la exobiología, la biotecnología y la
comprensión de nosotros mismos” escribe Gerald Joyce, experto reconocido
del Instituto de Investigación Scripps (EE UU), en una editorial de la
misma revista Science donde se publica esta
investigación.
Referencia bibliográfica:
Pinheiro V.B.; Taylor A.I.; Cozens C.; Abramov M.; Renders M.; Zhang S.; Chaput J.C.; Wengel J.; Peak-Chew S.Y.; McLaughlin S.H.; Herdewijn P.; Holliger P. “Synthetic Genetic Polymers Capable of Heredity and Evolution” Science 336: 341-344. Abril 2012. DOI: 10.1126/science.1217622
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