Según un estudio, actualmente se desaprovecha hasta un 15% de la energía generada por la red de cercanías y metro. Investigadores de la Universidad de Sevilla en colaboración con el consorcio ADIF están desarrollando un sistema que permita recuperar gran parte de esa energía para cargar coches eléctricos.
El grupo de investigación de Tecnología Electrónica de la Universidad
de Sevilla forma parte de un consorcio liderado por el Administrador de
Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) que está desarrollando un sistema
de recarga de vehículos eléctricos que utilizará la energía sobrante de
las redes de trenes de cercanías y metro, explican los responsables del
proyecto.
En estas subestaciones de cercanías, alimentadas por
tensión continua, existe una nueva tecnología de trenes con frenado
regenerativo, es decir que una parte de la energía cinética del propio
tren es devuelta a la catenaria en forma de energía eléctrica en el
proceso de frenado. No obstante si esta energía no se aprovecha en ese
momento no es posible utilizarla y se quema mediante resistencias.
Excedente de energía para recarga
Gracias
a este proyecto de investigación, denominado Ferrolinera 3.0, se
pretende utilizar ese excedente de energía mediante unos sistemas de
recarga rápida de vehículos (sistemas de almacenamiento basados en súper
condensadores y baterías) de manera que la energía no se queme, si no
que se almacene y cualquier usuario de coche eléctrico pueda cargarlo en
20 minutos en unos puntos habilitados en subestaciones ferroviarias y
estaciones de cercanías.
Juan Manuel Carrasco, Catedrático en la Escuela Técnica Superior de
Ingeniería de la US, explica que “aunque un vehículo eléctrico no
produce emisiones contaminantes durante su funcionamiento, generar la
energía necesaria para moverlo da lugar al consumo de recursos no
renovables en mayor o menor medida”.Una tecnología similar se utiliza ya
en coches de Formula 1
"Con la nueva técnica se contribuirá a la
sostenibilidad mediante el aprovechamiento de la energía eléctrica
limpia que el sistema ferroviario produce en los procesos de frenado de
los trenes", una tecnología parecida a la que ya utilizan los coches de
Fórmula 1 (supercondensadores), fomentando así la eficiencia energética
en las instalaciones ferroviarias, subraya Carrasco.
“Se calcula
que los países de la Unión Europa tienen de media entre un 50 y un 60%
de dependencia energética externa, cifra que asciende a más del 80% en
España", dice Juan Manuel Carrasco, “lo que supone un problema tanto en
el precio del combustible como en la garantía de suministro”. Así, el
continente europeo se sitúa como una de las regiones con mayor
desarrollo tecnológico del coche eléctrico, con análisis de grandes
consultoras como Mackinsey (2009) que auguran que el 21,6% del tráfico
rodado en Europa y Norte de África estará formado por este tipo de
vehículos hacia el año 2020.
“Si tenemos en cuenta los estudios
que afirman que de toda la energía primaria que se consume en España, el
34,5% está relacionada con el transporte, la única forma de reducir esa
dependencia energética pasa por reducir también el consumo de petróleo
asociado”, explica el investigador.
Así, según apunta Carrasco,
“en Europa se están llevando a cabo investigaciones muy potentes en este
sentido, generando modelos de coches con una autonomía mayor de
kilómetros y a unos precios más razonables que hace años, por lo que se
hace necesario también investigar y desarrollar infraestructuras
relacionadas con la recarga de estos vehículos”.
'Ferrolineras'
Mediante
este proyecto se persigue instalar una red de puntos de recarga
conectados a la red ferroviaria que se llamarán 'Ferrolineras' y
ofrecerán al mercado una nueva solución tecnológica para este tipo de
procesos de recarga eléctrica.
Además, contempla la instalación de
un sistema fotovoltaico como fuente extra suministradora de energía,
que servirá de refuerzo eléctrico en caso de necesidad por parte del
usuario final. Y para comprobar la viabilidad de la innovación propuesta
se desarrollará un estudio piloto en dos ubicaciones distintas: el
Laboratorio de Energía de ADIF y el nuevo Metro de Málaga.
Ferrolinera
3.0 se enmarca en la convocatoria INNPACTO del anterior Ministerio de
Ciencia e Innovación, en la que la Universidad de Sevilla ha obtenido
más de cuatro millones de euros para realizar 22 proyectos de
investigación en colaboración con empresas y centros de investigación.
Todos
estos proyectos han sido gestionados desde la Oficina de Transferencia
de Resultados de Investigación (OTRI) de la US. Ferrolinera 3.0 está
siendo desarrollado por un consorcio liderado por ADIF y formado por las
empresas Affirma, MP, Green Power (GPtech), IAT, la Universidad de
Málaga y la Universidad de Sevilla.
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