Los techos llenos de placas solares pronto serán cosa del pasado. Y su decadencia comienza gracias a Heliatek, una empresa alemana que está decidida a transformar tanto la generación de energía renovable como la arquitectura, puesto que están desarrollando unas ventanas cuyos cristales, merced a una tecnología similar a la de las pantallas OLED permite esta fotosíntesis ventanística.
Quizá no se uno de esos avances revolucionarios y espectaculares de
los que acaparan grandes titulares en los noticiarios, quizá ni siquiera
en las portadas de las revistas de ciencia y tecnología, pero es muy
posible que en unos años se convierta en un elemento cotidiano en nuestros hogares.
Las propias ventanas podrán generar energía solar mediante unas células traslúcidas que se insertan en cristales tintados. Una delgada capa flexible de moléculas orgánicas
de cadena corta, u oligómeros, mucho más resistentes que los polímeros.
El resultado es un panel con una mayor resistencia y más posibilidades
de uso que las células solares convencionales de silicio.
En este campo el reto siempre ha sido la eficacia en la captación
solar, y debido a la peculIar estructura de este material se permite una
ordenación mucho más efectivo en la absorción de determinadas longitudes de onda de la luz.
Además resultan más efectivas en entornos que no disponen de un alta
intensidad de radiación solar, uno de los habituales problemas en el
empleo de placas solares, que suelen destinarse a emplazamientos
meridionales.
Ahora resta conseguir que la tecnología se perfeccione y en unos años
empecemos a tener en casa ventanas enchufadas a la bombilla. ─[Extremetech / MIT Technology Review]
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