Diversos dispositivos de lectura electrónica (e-readers) están llegando o llegarán muy pronto al mercado. Aunque la lectura digital tiene un historial de fracasos, diversas compañías pugnan así por colocar sus ofertas de e-readers en un mercado en el que, según la revista Computerworld, se enfrentan principalmente a ocho obstáculos. Entre ellos, los precios poco competitivos o la competencia de los smartphones. Por todo, a pesar de las ventajas de los e-readers, como poder albergar miles de páginas en su haber, a estos aparatos aún les espera un futuro incierto. Por Yaiza Martínez.
El e-reader o lector electrónico tiene un historial de fracasos. Desde que a principios de los años setenta del siglo XX comenzaran a desarrollarse diferentes iniciativas para digitalizar publicaciones, la mayoría de ellas se han saldado con un estrepitoso fiasco, publica Consumer Eroski.
A pesar de ello, diversos dispositivos de lectura electrónica nuevos están llegando o llegarán pronto al mercado. Es el caso del iRex DR800SG, de iRex Techonologies, el del Sony Readers o el del anunciado Alex, de Spring Design Inc.
La compañía de análisis de mercado iSuppli Corp. afirma que el próximo año se venderán 13 millones de lectores electrónicos, ocho millones más que en 2009, pero la verdad es que no todas las previsiones son tan optimistas: MediaIdeas proyecta que en 2010 sólo se venderán cinco millones de e-readers, a pesar de que para entonces habrá ya 40 dispositivos distintos de este tipo disponibles en el mercado.
Cambiar la expansión de la lectura en papel por la de la lectura a través el e-reader es un objetivo que indudablemente costará. En un artículo aparecido en Computerworld se analiza el por qué. Según los expertos, habría hasta ocho obstáculos que podrían frenar la expansión del e-reader como medio digital de acceso a los libros.
Cuestión de precios
Como primer obstáculo, estaría el precio de estos dispositivos: el más barato de ellos ronda actualmente los 135 euros, aunque se espera que este precio baje hasta alrededor de los 100 dólares (67 euros) para las navidades del año que viene, y que incluso se quede en 50 dólares (unos 35 euros) en 2015. Se espera que esta rebaja, junto con otras mejoras técnicas de los aparatos, pueda provocar el aumento de sus ventas.
En segundo lugar, está el precio de los e-books (versión electrónica o digital de un libro). Según Computerworld, muchos e-books cuestan en su lanzamiento alrededor de 10 dólares (6,73 euros).
Un tercer obstáculo sería el de los smartphones, teléfonos inteligentes cuya tecnología de presentación de textos podría llegar a mejorar hasta el punto de que los usuarios no necesiten comprar un dispositivo específico de lectura electrónica.
Por ejemplo, la compañía Verizon ha lanzado recientemente el Droid smartphone, con una pantalla de 10 centímetros con alta resolución que podría competir con los e-readers. Por otro lado, actualmente ya la tienda de aplicaciones Apple suministra libros para descarga y lectura a través del iPhone, de manera gratuita.
Derechos y amenazas
El cuarto obstáculo posible procede también de Apple: su rumoreada tablet computer, un ordenador a medio camino entre ordenador portátil y PDA que podría llegar al mercado a principios de 2010.
En ella, se podrá escribir a través de una pantalla táctil, pero también leer textos de libros, periódicos y revistas, posiblemente todo en color. Aunque no será de bolsillo, esta computadora ligera permitiría una lectura cómoda que podría hacer olvidar la posibilidad de un e-reader.
Un quinto obstáculo estaría representado por los escritores más conocidos. El autor de best-sellers John Grisham, así como J.K. Rowling, autora de las novelas de Harry Potter, ya han prohibido que sus obras aparezcan en versiones digitales, a pesar del éxito obtenido por Dan Brown con la versión para e-book de su novela El símbolo perdido (Planeta, 2009).
Si los usuarios de la tecnología e-reader no pueden acceder a todos los libros más populares con ella, sin duda el mercado de esta tecnología decaerá, afirman los expertos.
Asimismo, un área que también puede ofrecer resistencia al depegue del e-reader es la de los derechos digitales. Cuanto más crezca el mercado de libros electrónicos, esta cuestión se volverá cada vez más importante, y pueden surgir problemas relacionados con el derecho de copyright de sus autores.
Otro obstáculo añadido sería el de los contenidos abiertos: si los libros electrónicos están protegidos por diversas leyes de copyright y formatos de publicación electrónica resulta obvio que los lectores de e-books no podrán sustituir su librería física por una digital, al menos de momento.
Por último, el octavo obstáculo radicaría en bibliotecas y pequeñas librerías: aunque se cree que el e-reader y los e-books pueden potenciar la lectura, también son percibidos por muchos bibliotecarios y libreros con reticencia, por considerar esta tecnología como una amenaza para lo que ellos ofrecen.
Algunas ventajas
http://www.tendencias21.net/Ocho-obstaculos-ralentizaran-la-expansion-de-los-e-readers_a3859.html
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