Más de 1.000 emails y centenares de documentos de los científicos expertos en cambio climático de la Universidad de East Anglia han aparecido en Internet a causa de un ataque de hackers contra los servidores informáticos del centro universitario.
Los mensajes están siendo utilizados por blogs y grupos que niegan la responsabilidad del hombre en el cambio climático para intentar desprestigiar al Departamento de Investigación Climática del centro, el más importante del país y uno de los más influyentes del mundo.
Una selección interesada del contenido de los emails ha aparecido en el blog The Air Vent .
La universidad ha reconocido que el ataque se produjo y ha denunciado los hechos a la Policía. Según un comunicado, no pueden verificar la autenticidad de todos y cada uno de los mensajes por su elevado número.
Los negacionistas sostienen que los emails demuestran que los científicos británicos y norteamericanos manipulan conscientemente los datos sobre temperaturas medias del planeta para confirmar sus tesis sobre el cambio climático.
Uno de ellos se refiere a un “truco” estadístico empleado en un gráfico que detalla el aumento de temperaturas registrado desde 1981. Otro afirma que es “una calamidad” que no puedan demostrar con los datos existentes el aumento actual de las temperaturas medias y lo achaca a que los datos de medición de las temperaturas tienen que estar mal.
No faltan en los mensajes expresiones despectivas contra los grupos que niegan la influencia del hombre en el calentamiento del planeta, a los que se tilda de "charlatanes" e "idiotas".
Ben Santer aparece diciendo que no le molestaría enfrentarse a algunos de ellos "en un callejón oscuro". Al saber de la muerte de un conocido negacionalista australiano, Phil Jones no parece mostrarse muy dolorido: "Por alguna razón extraña, esta es una noticia estupenda".
Algunos de los científicos cuyos emails han sido robados han confirmado su autenticidad a The New York Times . Todos coinciden en que los negacionistas están sacando de contexto algunas frases para denunciar una conspiración inexistente.
El profesor Michael Mann, de la Universidad de Pensilvania, afirma que los científicos emplean la palabra “truco” para definir una forma ingeniosa de solventar un problema, no un engaño.
Por el contrario, el lenguaje informal y las dudas de algunos mensajes revelan, en su opinión, que los científicos son sinceros en sus comunicaciones y que no ocultan a sus colegas los obstáculos normales que tienen que afrontar en su trabajo.
Un portavoz de la Oficina Meteorológica, que surte de datos de mediciones a los científicos, ha dicho que los emails no demuestran que “los datos hayan sido falsificados o que el cambio climático sea un fraude”.
No es una coincidencia, dice, que el robo de los emails se haya producido a unos días de la cumbre de Copenhage.
No hay comentarios:
Publicar un comentario