23 abr 2010

España realiza el primer trasplante total de cara


El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona anunció ayer que el tercer trasplantado de cara de España, que se sometió a esta cirugía el pasado 28 de marzo, es el primero del mundo al que se le ha trasplantado toda la cara.

Según explicó ayer en rueda de prensa el director del equipo multidisciplinar que realizó la operación, Joan Pere Barret, el receptor es un hombre joven con una deformidad severa a causa de un accidente que sufrió hace cinco años. El traumatismo le dejó sin nariz y pómulos, no podía respirar por sí mismo y tenía graves dificultades para deglutir y hablar.

"Es como la película Cara a Cara, con Nicholas Cage, se ha trasplantado todo el rostro, incluyendo los huesos", declaró a Público Barret. La intervención supuso la extracción en bloque de toda la piel, la nariz, los labios, todos los dientes, la musculatura y la estructura ósea del rostro del donante. A continuación, el bloque fue injertado en la cara del receptor.

Los diez trasplantes anteriores -llevados a cabo en Francia (cinco), Estados Unidos (dos), China (uno), y en los hospitales españoles Virgen del Rocío, de Sevilla, y La Fe, de Valencia- fueron parciales.

"Hasta ahora, la operación en la que más rostro se había trasplantado fue la primera que se hizo en EEUU", comenta Barret. El cirujano que más veces ha realizado esta operación en el mundo, Laurent Lantiéri, se atribuyó en 2008 el primer trasplante total de cara. "Algunas partes de la frente, la ceja izquierda y los párpados, se mantuvieron del receptor", puntualiza Barret. Según el cirujano, "se dejó parte del tejido del afectado por miedo a que no llegara el riego sanguíneo, pero tenía como efecto que el resultado no fuera óptimo".


Operación pionera

El hecho de haber efectuado el trasplante más extenso del mundo supone, además, un desafío nunca visto en el campo de los trasplantes faciales. "Al haber trasplantado todos los huesos de la cara, se ha insertado parte de la médula ósea, donde reside el sistema inmunológico; ahora estamos estudiando si esto va a ayudar a largo plazo a que las defensas del paciente puedan combinarse con las del donante y minimizar así la necesidad de medicamentos inmunosupresores", subrayó Barret.

El cirujano explica también por qué se decidió no difundir la magnitud del avance médico cuando se realizó la operación. "Fue una petición de la Generalitat, para preservar al máximo la identidad, sobre todo, del donante", apunta Barret.


Polémicas anteriores

La preocupación del Gobierno catalán es comprensible, tras lo ocurrido en los dos trasplantes anteriores de cara realizados en España. En ambas ocasiones se filtraron datos que permitieron identificar al donante, algo prohibido en la Ley de Trasplantes.

En cualquier caso, relacionar la identidad del receptor con la del donante será imposible, afirmó ayer Barret. A pesar de haber recibido su nariz, labios, maxilar superior, paladar, los huesos de los pómulos y la mandíbula, "no se parece en absoluto. No tiene la cara de otro, sino de alguien nuevo", remarcó. "Nunca habrá nadie con la cara de otro por la calle", insistió.

La diferencia se produce porque el bloque trasplantado se adapta a la estructura ósea del receptor. De hecho, sus familiares aseguran que ahora tiene rasgos que "se parecen bastante a la anatomía que tenía antes del accidente".

La reacción del paciente, que se recupera bien y pronto podrá hablar y comer, ha sido muy buena. "Pidió verse una semana después de ser operado. Al hacerlo, se quedó tranquilo y dijo que estaba satisfecho", comenta Barret. Desde hace días, el enfermo puede caminar y ver la televisión.

Su vida ya es más normal que antes de la operación, porque ha recuperado una imagen normalizada de sí mismo y sólo tiene cicatrices en la frente y en el cuello. "Pero en el futuro quedarán perfectamente disimuladas", aseguró Barret. Con el tiempo, y gracias a que se han reconstruido las terminaciones nerviosas y la musculatura, tendrá una gestualidad normal y podrá sonreír.

El especialista catalán cree que este tipo de técnicas debe aplicarse a "gente desesperada", con funciones vitales afectadas, porque son "muy agresivas e implican riesgo mortal". En este sentido, Barret quiso agradecer al paciente haber confiado en el equipo médico, y a la familia del donante su generosidad. Para preservar "la dignidad" de este, justo después de proceder a la obtención de sus tejidos faciales, se construyó una máscara con una réplica de su rostro.


Una puerta abierta

La consellera de Salud de la Generalitat, Marina Geli, indicó --acompañada de parte del equipo que hizo posible la intervención y que incluye diversas disciplinas-- que la operación "abre la puerta a la ciencia" a posibilidades futuras en el campo de los trasplantes.

Geli hizo hincapié en la importancia de preservar la identidad de donante y receptor, además del "altruismo de la sociedad", como una de las claves del éxito de un programa de trasplantes que en el caso catalán tiene 26 años de historia. Precisamente, el Vall d'Hebron realizó esta semana el trasplante de pulmón número 500, el primer centro español que llega a esta cifra.





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