8 mar 2010

Los sorprendentes sonidos del espacio exterior


El Departamento de Física de la Universidad de Iowa posee una colección de archivos de audio que contienen «sonidos del espacio exterior». Han sido recogidos por diferentes sondas a lo largo de la exploración espacial, y nos permiten escuchar sonidos provenientes de lunas, planetas (Saturno) e incluso desde el límite exterior del Sistema Solar. En realidad, se trata de ondas radioeléctricas que el profesor Donald A. Gurnett ha convertido en audio para que puedan ser registradas por nuestros oídos. Si quieres saber cómo suena una tormenta en Saturno (como el crepitar de tortitas en una sartén) o qué ruido hace una llamarada solar (es muy parecido a las naves espaciales de las películas de ciencia ficción), ésta es tu oportunidad. Sólo tienes que «cliquear» en los enlaces.

Todos hemos visto hermosas fotos del espacio que han sido tomadas y transmitidas a la Tierra por alguno de los varios vehículos robóticos que las agencias espaciales han enviado a otros planetas o lunas de nuestro Sistema Solar. Incluso se han grabado vídeos de gran calidad de varios rincones de nuestro «patio trasero» espacial. Pero pocas veces tenemos la oportunidad de oír los ruidos de esos lugares remotos. En la Universidad de Iowa han diseñado un buen porcentaje de los instrumentos que han viajado al espacio abordo de distintas sondas espaciales, muchos de ellos destinados a de detectar ondas radioeléctricas. Esto le ha permitido a Donald A. Gurnett, profesor de Física y Astronomía de la Universidad de Iowa, a lo largo de los últimos 40 años, armar una verdadera colección de sonidos del espacio y ponerla a disposición de los internautas en el sitio web de la Universidad.

Obviamente, la ausencia de aire hace que el sonido sea imposible de transmitirse por el espacio. El trabajo de Gurnett en realidad ha consistido en tomar las lecturas de varios instrumentos, en general señales que se encuentran en el rango de las microondas, el infrarrojo u otras bandas electromagnéticas, y convertirlas en sonido para que puedan ser escuchadas. «La primera vez que lo hice fue en 1962, cuando lanzamos un receptor de ondas de plasma la órbita terrestre y nos quedamos fascinados ante la gran variedad de sonidos que encontramos», recuerda emocionado. El profesor explica que hay zonas, como las situadas alrededor de los planetas, en donde las ondas de plasma se transmiten de la misma forma que las ondas de radio, «de manera que con un receptor muy sensible es posible escucharlas. Nosotros creamos unos transmisores de radio de baja frecuencia que nos permitieron, por medio de un antena, captar los campos magnéticos», agrega.


Silbidos y coros

La intensidad del campo magnético que se está registrando influye mucho en el sonido que -luego de la indispensable conversión- se podrá escuchar. «Los planetas con campos magnéticos más potentes son la Tierra, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. En el polo opuesto se hallan Venus y Marte. No sabemos mucho de Mercurio y Plutón. Cuanto más intenso es el campo magnético, más grande es la variedad de sonidos que produce. En la Tierra se aprecian diferencias debido a la contaminación producida por las transmisiones de radio humanas, que también producen ondas de plasma».

El profesor Gurnett ha clasificado los sonidos disponibles en tres grandes familias. En primer lugar se encuentran lo que él llama «silbidos»: son producidos por relámpagos y se escuchan principalmente en torno a la Tierra. El segundo tipo son los «coros», algo que suena como el canto de pájaros, y que pueden registrarse sobre todo cerca de la Tierra y de Júpiter. Por ultimo, las emisiones de radio de las auroras «emiten un sonido robotizado que he llamado 'R2D2', y se escuchan en torno a los planetas Tierra, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno», explica Gurnett. Más allá de la forma en que las clasifique, estas señales resultan muy interesantes.


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