La empresa española con sede en Barcelona, NTE-SENER, ha presentado este martes el sistema Muscle Atrophy Research ans Exercise System (MARES) para el estudio de los efectos de la ausencia de gravedad en la anatomía humana, que en estos momentos viaja hacia el módulo europeo Columbus de la Estación Espacial Internacional después de que el pasado lunes fuese enviado al espacio a través del trasbordador Discovery.
Se trata de una maquinaria en forma de silla y de un software cuyo objetivo es aplicar un estímulo programable a once grupos musculares del cuerpo para medir posteriormente la respuesta del sujeto. Los resultados obtenidos permitirán establecer protocolos de ejercicios que los propios astronautas podrán monitorizar en órbita investigar y contrarrestar los efectos de la ausencia de gravedad en la musculatura de los astronautas.
Aunque el proyecto está destinado a personas con una larga exposición a la ingravidez, como son los astronautas, que desarrollan artrosis y osteoporosis hasta dos meses después de aterrizar, la experimentación con MARES aportará nuevos datos sobre los mecanismos de la atrofia y un mayor conocimiento sobre el sistema neuromuscular. Se espera que sea de utilidad en otras áreas tales como la rehabilitación médica y deportiva, en las que se debe tratar a pacientes con estados de atrofia muscular producidos por parálisis, traumatismos o inmovilizaciones prolongadas.
El diseño, en el que han participado, además de la entidad con sede en Lliçà d'Amunt, Etel y ABSSL y el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés para la Agencia Espacial Europea, se ha elaborado a lo largo de 16 años, tiene una vida estimada de 10 y ha supuesto una inversión de 13 millones de euros.
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