Utilizando un telescopio gestionado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el astrónomo aficionado Ignacio de la Cueva capturó, el pasado mes de febrero, esta imagen de dos nebulosas [regiones del medio interestelar constituidas por gases y polvo y que, por regla general, constituyen el espacio donde surgen las estrellas] en la nube de Orión, a unos 1.500 años luz de distancia de la Tierra. La NASA ha decidido utilizarla como fondo en las fotografías oficiales del grupo de astronautas que viajará en las dos próximas expediciones a la Estación Espacial Internacional, las número 24 y 25.
La imagen proviene del telescopio ASH2, ubicado en el desierto de Atacama (Chile), dirigido por el investigador del CSIC José Luis Ortiz, que trabaja en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC). La coordinación del dispositivo se realiza en colaboración con la empresa Astroimagen, que dirige el propio de la Cueva. El telescopio se dedica al rastreo de nuevos cuerpos del Sistema Solar, a la búsqueda de posibles objetos exóticos y a la astrofotografía.
La nebulosa de color azulado que se aprecia en la parte derecha de la imagen es NGC 2086. Está rodeada por numerosos objetos Herbig‐Haro, estrellas muy jóvenes aún inmersas en sus nebulosas de formación y que expulsan materia a su entorno en forma de chorros. La interacción de esa materia con el gas circundante produce un resplandor rojizo que permite identificar estos objetos.
La segunda nebulosa, NGC 2071, es conocida con el nombre de Nebulosa de McNeill, en honor al astrónomo aficionado que la detectó en 2004. Iluminada por la estrella joven V1674 Orionis, se trata de una nebulosa variable, un fenómeno poco habitual que puede tener su origen en un brusco acrecimiento de material por parte de la propia estrella, aún en proceso de formación.
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